VÍCTOR ESPINOZA EL MEJOR JOCKEY DEL MUNDO
Por Luis Rubén Cuevas. Fotos Joel Martínez

 

senor.jpg (46675 bytes)No pintaba bien la carrera de vida para este jinete nacido en Tulancingo, Hidalgo; pero a fuerza de constancia y talento alcanzó la meta de la fama y la fortuna, y todavía le queda mucho resto.

 

Los Ángeles, California .- El sonido de una chicharra marcó el comienzo de la edición 128 de la más apasionada  carrera de caballos del mundo: el Derby de Kentucky. Víctor Espinoza, con el número 5 en la espalda, montaba a War Emblem, un pura sangre de tres años que no figuraba como favorito de los apostadores, pese que su dueño -el  príncipe saudiárabe Ahmed Salman- acababa de comprarlo en casi un millón de dólares. Dos minutos y dos kilómetros después el jockey mexicano llegó a la meta en primer lugar, dejando un par de cuerpos atrás a su rival más cercano, Proud Citizen, en el noveno derby más rápido de los que se han corrido desde el siglo XIX.

senor4.jpg (47279 bytes)En el podium, rodeado de elegantes mujeres y grandes empresarios de la hípica, su sonrisa lucía tan radiante como la del príncipe Ahmed; había obtenido la primera gema de la llamada de la llamada Triple Corona, superando una vida de carencia iniciada hace 29 años en las afueras de Tulancingo, Hgo. (Jaltepec)

senor2.jpg (57530 bytes)"Ahí mis padres tenían un ranchito con puercos, borregos, vacas y gallinas, burros y uno que otro caballo fregado con el cual empecé a montar-recuerda Víctor, el varón mas chico de 12 hermanos (6 hombres y 6 mujeres). La escuela no se me daba. Terminando las clases me iba con mis hermanos a montar las borregas: el que lograba estar arriba más tiempo era el ganador, pero todos azotábamos".

En exclusiva para DOS: puntos-primer medio mexicano al que concedió una entrevista, Víctor habla en la cafetería de jinetes del Hollywood Park, un hipódromo del área de Los Ángeles, California, sede principal de sus carreras. La plática interrumpida por gente que felicita al jockey, quien habla un correcto inglés y usa un florido lenguaje para adelgazar su español.

A PRIMER LUGAR

"Cuando tenía 12 años mis padres emigraron a la Ciudad de México. Yo abandoné la escuela y conseguí un trabajo para limpiar caballos de charro -cuenta Espinoza -. Desde la azotea del establo veía los camiones 'guajoloteros' que salían de Indios Verdes y cotorreaba con los choferes y cobradores. Me invitaron a unírmeles y durante un tiempo fui cobrador en un camión. Me divertía, aunque acabé por aburrirme. Cuando cumplí 16 años teníamos mucha necesidad económica, así que entré a una fabrica de material eléctrico, usando los papeles de mi hermano para conseguir el empleo. Pero no toleré el horario de madrugada y me salí". Mas tarde Víctor enfiló rumbo a Villahermosa, Tabasco, donde cuidó caballos que corrían clandestinas carreras "parejas" de las que abundan en provincia. Entonces se le ocurrió ser jinete. No sabía nada de carreras, pero afanador- ni a caballerango llegaba-, y como nadie quería enseñarle aprendió viendo.

Dos años después el dueño de los caballos decidió llevarlos a correr al Hipódromo de las Américas. " Me pidió que fuera a cuidarlos y así lo hice- recuerda Víctor-.Dormía en un  cuartito de azotea y ganaba poco. Así me conoció Arturo Ruiz García, dueño de una cuadra, quien me ofreció trabajo. Un día le dije que mi sueño era ser jockey y que sabía montar, pero que nunca había corrido. Me propuso correr uno de sus pura sangre a condición  de enlistarme en la escuela de jockeys del hipódromo. Fui, y durante seis meses me enseñaron lo que ya sabía; pero aguanté, porque mi meta era conseguir la licencia de aprendiz".

senor5.jpg (47967 bytes)Un año después, en 1992, se produjo el debut de Víctor Espinoza. "El entrenador sólo me dijo: "Tú arranca y agárrate, fuetea al caballo cuando los otros lo hagan, y suerte". La velocidad me dio miedo y sentí mucho frío, pero llegué en primer lugar. A la fecha no sé ni cómo lo hice. "Así empezó la carrera profesional del mejor jockey de la actualidad.

PISTA LODOSA.

"En el hipódromo pasaban por televisión las carreras de Estados Unidos y me propuse correr allá-prosigue Víctor-. Pensé que sería fácil, porque uno de mis hermanos había sido caballerango en San Francisco. Con él crucé la frontera pro Tijuana en camión, con visa de turista, y llegué al hipódromo de Santa Anita. Me ofrecí como afanador pero nadie me contrató, así que decidimos ir a San Francisco. Ahí la raza se portó muy bien con nosotros: mientras buscábamos trabajos nos dejaron dormir en los establos. Mis ahorros no llegaban a 300 dólares.

"Pero pasaban los días y se agotaba el dinero. Como no teníamos ni para cobijas les quitábamos las suyas a los caballos y con eso nos tapábamos. Las que habían desechado los caballerangos las usábamos de colchón. El personal de seguridad no sabía que estábamos allí, así que para salir a comer nos brincábamos las bardas rezando que nadie nos viera. Comíamos una vez al día y nos juntábamos ni para hablar con la familia en México. Fue una mala época, sobre todo en las noches, cuando compartíamos el establo con los caballos y las ratas que chillaban cerca de nosotros".

Sin papeles para trabajar; sin licencia de jinete para Estados Unidos y sin hablar inglés, Víctor aguantó a pie firme hasta que cambiara su suerte. "Un par de meses después me quedaban 20 dólares en la bolsa y estaba arrepentido de haber dejado el Hipódromo de Las Américas-dice Espinoza-. En eso, un americano que hablaba español me ofreció trabajo para que le cuidara y paseara el caballo. Tras la primera jornada me dio un billete de  100 dólares acompañado de una sonrisa. Creo que me vio la cara de fregado y muerto de hambre. Cuando monté su caballo me ofreció correrlo. Acepté, pero necesitaba la licencia y para obtenerla una visa de trabajador. Mi empleador contrató a un abogado que la tramitó, par lo cual tuve que volver  a Tijuana un par de semanas que se me hicieron eternas. Pero al final de cuentas conseguí visa y licencia. Quedé muy agradecido con aquel hombre".

senor3.jpg (82001 bytes)MILLA a MILLA.

En San Francisco, Víctor Espinoza fue agarrando cancha. "Empecé a ganar con regularidad y entonces mi problema fue el inglés-cuenta-. Un entrenador de origen latino me recomendó: 'Cuando llegue el dueño del caballo a darte indicaciones, nomás dile yes a todo. Yo quería ganar siempre  para no tener que hablar con los dueños, pues no les entendía nada ni les podía dar explicaciones. Creo que por eso me volví un ganador".

Tras tomar un curso de inglés Víctor dejó San Francisco rumbo al área de Los Ángeles, donde hay cuatro hipódromos. Llegó a Hollywood Park y comenzó a ganar carreras, no sin accidentes: "Caerse es fácil, y hay que saber protegerse para que no te pise un caballo rezagado. Perdí la cuenta de las veces que me he caído, pero sin daños mayores". El 1995 Espinoza tuvo su primer temporada exitosa: fue el mejor jockey del hipódromo angelino de Pomona, particularmente peligroso por sus cerradas curvas. También ha sido líder de jinetes en los hipódromos de Hollywood Park y Del Mar; así como frecuentemente ganador en Santa Anita "Cada año hay una feria en Pomona que se ha vuelto mi especialidad-dice-, al grado que con lo que gano ese mes puedo vivir todo el año." No habla de sus ingresos, pero revela que en cada carrera común se embolsa 800 dólares, cifra que aumenta enormemente si se trata de una copa, un derby o un stake, clásicos de la hípica muy bien pagados.

"Una vez me invitaron a correr a  Kentucky y fui esperando encontrar los mejores caballos del mundo -sigue diciendo Víctor-; pero lo que encontré fue tan frió que en una carrera no pude frenar el caballo porque tenía las manos heladas. Salí de ahí jurando que un día volvería para ganar el Derby".

EN LA RECTA.

senor7.jpg (33805 bytes)Hace poco Víctor Espinoza corrió exitosamente en hipódromo japoneses, pero un hecho puso en riesgo su carrera: "Cuando regresé  a Los Ángeles mi visa de trabajador estaba vencida y migración me deportó. A pesar de ser yo tan pequeño, cinco agentes altos, fuertes y prepotentes me apresaron, me subieron a un avión y me mandaron a México. Primero fui a la Villa y luego viajé a Ciudad Juárez, donde me esperaba mi abogado. Por suerte pude volver a California con la visa en la mano".

La primera gran campanada de Víctor fue en 2000, cuando sin ser favorito ganó la Breeders' Cup (después de las carreras de la Triple Corona una de las más importantes de la hípica estadounidense). Desde entonces da de qué hablar.

"En 2001 corrí el Derby de Kentucky y llegué en tercer lugar. El entrenador del caballo era Bob Baffert, quien dijo que yo había corrido bien y me quito la monta. Para la segunda gema, el Preakness Stakes, me contrató otro entrenador y llegué segundo. Lo mismo pasó en la tercera gema, El Belmont Stakes. Lo bueno es que ambas carreras supere al jinete que Baffert había contratado en mi lugar.

"Una semana antes de la edición 2002 del Derby que Kentucky yo no tenía caballo. Me enteré de que el príncipe Ahmed Salman había comprado un pura sangre para la carrera y que no tenía jinete estaba ilusionado con ir al Derby, pero mi sueño se desmoronó  cuando me enteré que el entrenador del animal era Bob Baffert, sin embargo dos o tres días antes de la carrera Bob me habló informándome que el príncipe me había elegido para correr a War Emblem. "Quiere que seas tú, solo tú me dijo." Así que fui al hipódromo Churchill Downs, conocí al potro dos horas antes del Derby y me dio tanta confianza que supe que ganaríamos. Esa fue la carrera mas importante de mi vida y la que mas fácil gane a ese nivel."

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El triunfo de Víctor y War Emblem dio la vuelta al mundo y los celos se desataron. " En esta actividad hay muchos odios. Muchos dijeron que había sido un churro; por eso en Preakness Stake, la siguiente carrera de la Triple Corona, me sentí obligado a ganar. Y aunque el triunfo fue apretado todos saben que no fue obra de la casualidad. "

Víctor correrá en el Belmont Stakes el 8 de Junio. Si gana se llevará la Triple Corona y será el primer Mexicano en hacerlo. " Desde 1978 no hay una dupla caballo-jinete que la gane. Tenemos confianza en hacerlo, porque Víctor es un gran jinete y War Emblem un gran caballo ", dice Tony Matos, representante de Espinoza...

Agradecemos la valiosa colaboración de Elías Saad Ganem y a Alejandro Soberón Kuri Presidente de  CIE (Corporación Interamericana de Entretenimiento) por facilitarnos este material para los tulancinguenses...

 

Cartas a Víctor...

Hola:           Victor E.

   Te escribe un colega, no se si te acuerdes de mi, soy Honorio Ramos jinete del hipódromo de las Américas, te acuerdas cuando barajas no nos quiso dar un ray para ir a la cuadra y tuvimos que tomar una pesera para poder llegar a la cuadra sin pasar por la pista lodosa.  

Me acorde porque estaba leyendo tu biografía, la cual esta muy interesante te mando saludos si te acuerdas de mi escríbame  a este correo que es de mi hermana. Cuídate y mucha suerte!!!!!!!!!lerhlh@hotmail.com

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