Un año de Danzón en el corazón de Tulancingo

Heeey familiaaa... Danzón dedicado Sandra Becerra!!!
Un año de Danzón en el corazón de Tulancingo
Por Luis Felipe López Monroy

Tulancingo, Hgo. 6 de Marzo del 2008.- --Un tapado de lona cubriendo el espacio donde la orquesta de doce músicos, algunos chavalitos como el saxofonista apenas de nueve años, cobijaba una multitud interesada que seguía los giros de las parejas bailarinas de Danzones, concursando para llevarse el premio principal, además el gusto de acatar el ritual más antiguo que la Humanidad inventó: primero la Danza, siguió evolucionando rumbo al Baile, hasta llegar al moderno Danzón.-- Así dijo José Manuel Toscana

A un año de de la gestión realizada por Sandra Becerra es reconocido el movimiento danzonero en "La Floresta Florece".

Fue en el año de 1879, cuando el célebre músico de Matanzas, MIguel Flayde, tomando los elementos de la contradanza cubana en boga, dio forma definida a lo que bautizó como danzón, escribió el primero bajo el título de "Las alturas de Simpson", en honor a un barrio (Simpson) de su ciudad natal.

El danzón tiene cuatro etapas de su historia en México: la primera, desde su llegada hasta los momentos acendrados de la lucha revolucionaria de 1910-1913. La segunda, llevará una influencia definitiva en la evolución de la radio y es casi concomitante con los primeros pasos de la discografía, tendrá que ver con las formas del divertimento colectivo entre los años 1913 y 1933. Una tercera fase estará asociada con los aparatos reproductores y los espacios recreativos donde se reproducen las sonoridades y las maneras de interpretar el danzón -salones de baile con orquesta-, que nos remite desde el año 1935 hasta 1964, cuando dichos salones de baile van a dejar su espacio legítimo a otras zonas de baile que transformarán los modelos de expresión de las danzas y bailes populares.

En Tulancingo, poco a poco se está haciendo tradición acudir los jueves en la parte sur de el Kiosko del Jardín "La Floresta".

Acudir con elegancia en el porte, la espalda recta (o lo más que se pueda), la mirada fija en el horizonte, y los codos en el aire, los ritmos de un pasado cubano, paso a paso, encuentran una esencia tropical para florecer en las lozas, lozas que palidecen ante los zapatos de charol, faldas largas, blusas bordadas o caladas, antifaces, abanico y sombreros.

Luis Domínguez, e integrantes de la Orquesta Oro y Plata, comenzaron a a timbrar en lo más profundo del glamour Danzonero.

El espacio destinado para tal baile resultó insuficiente ante la asistencia de los amantes de este ritmo, muchos se preguntaron sobre la posibilidad de utilizar (con el piso cambiado) el espacio de La Casa de Cultura

Sano esparcimiento donde se juntaron varias generaciones cuyo único fin fue, disfrutar del citado baile