José Giocondo Mazzotti Galindo
Doctor
Dos hermanos escultores Giovanni y
Dominique Mazzotti
Donatti,
originarios de Florencia, Italia llegaron primero a Nueva York a trabajar
en una compañía artística allá establecida y posteriormente traídos al
Distrito Federal por el Arquitecto Boari, contratados para modelar la parte
artística del Teatro Nacional, hoy Palacio de Bellas Artes, en donde hay
constancias imborrables en bellos mármoles de la calidad artística de
sus trabajos. Al terminar las obras, ambos hermanos decidieron trabajar
por su cuenta y fueron contratados para tareas de cimentación y cúpulas
en catedrales o iglesias de las diócesis en la república.
En su estancia en Durango,
Giovanni Mazzotti Donatti conoció a Manuelita Galindo con quien casó y de éste matrimonio
nacieron dos hijos: Luis en 1900 y José
Giocondo en
1902, habiendo nacido éste último en Parras de la Fuente, Coah., nada menos que en la tierra de un partícipe de la
Revolución
Mexicana, Francisco I. Madero. Estudiaron primaria y
secundaría en el antiguo y prestigiado Ateneo Fuente, mas tarde se
trasladaron a la ciudad de México e iniciaron ambos la carrera de
medicina. Nuestro personaje tuvo la suerte de ser admitido en
un batallón de infantería del D.
F., y causó alta como soldado raso,
comisionado como camillero en el servicio médico del mismo, dándole
facilidades para ir a la escuela de medicina.
Amén
de que su primer lengua fue el italiano, habiendo aprendido el español en
la escuela primaria, como len
aquel entonces los libros de medicina estaban escritos en idiomas
extranjeros, aprendió y se
adiestró en la lectura del francés, inglés, latín, griego y alemán,
gracias a esto, obtuvo brillantes calificaciones desde los primeros años,
hasta obtener su título de médico cirujano, en la Universidad
Nacional.
Fue notable discípulo de el Dr. Gustavo
Baz Prada
y como consecuencia,
resulto un hábil y experto cirujano.
Llegó a Tula de Allende, Hgo.
en el año de 1926 como
jefe del Centro de Higiene y de Protección a la Infancia, dedicándose a
estudios epidemiológicos y condiciones en materia de salud de los
indígenas, gestionando que las las autoridades
gubernamentales deberían dotarles de agua potable, vivienda y vestido
adecuado así como adiestramiento o capacitación en trabajos que
elevaran el nivel de vida y no solamente visitarlos en navidad, dándoles
regalos como se acostumbraba en esos días, lo cual se comienza a
"ver" ahora. Será cierto?
Obtuvo
muchos diplomas, condecorándolo con medallas por sus avanzados estudios
epidemiológicos post-grado, en favor de los indígenas. Durante el
año de 1935, a pesar de que no contaba con una sala o quirófano
adecuado, realizó en Tula la primera cirugía intra-abdominal, estableció record
en este tipo de cirugía, ayudado en algunas ocasiones de su entrañable
amigo y compañero de estudios de estudios, el eminente Dr.
Samuel de la Peña Mares y como anestesista otro que llegaría a ser
gran amigo suyo, el Dr. Luciano Sánchez que en ese entonces era
estudiante de medicina del tercer año, que había suspendido sus
estudios y a quién además lo nombró su auxiliar en el hospital
municipal, del que fungía como director, dándole una parte de su propio
sueldo muy raquítico, que por cierto, gracias al estimulo y consejo del Dr.
José Mazzotti,
regresó a proseguir sus estudios y terminar su carrera
obteniendo su titulo.
Recién
titulado contrajo matrimonio con la simpática y guapa Coahuilense María
Luisa Villarreal Salazar, procreando a
cuatro hijas: Martha, Margarita, Teresa y
María Luisa. Su esposa cariñosamente le llamaba Giocondo, su pasatiempo favorito era jugar ajedrez y dominó, que disfrutaba con
sus amigos Miguel Salgado Chávez, Faustino Argüelles Sorribas, Benjamín Vieyra Salgado
y otros contemporáneos. Por haber sido nombrado primero Jefe
de los servicios coordinados de la extinta Secretaría de Asistencia
Pública y después Jefe de los Servicios Coordinados de Salubridad y
Asistencia, al fusionarse ambas secretarías, en 1941 tuvo que ausentarse
de Tula,
para estar al frente de los servicios coordinados de salud durante los
periodos de Gobierno de los Lic. Javier
Rojo Gómez, José Lugo Guerrero y Vicente Aguirre.
Mas
tarde a iniciativa suya y apoyado por su amigo el Dr.
Gustavo Baz Prada,
entonces Secretario de Salubridad y Asistencia, se construye en Tulancingo
el Hospital Civil Dr.
Luis Ponce,
del cual sería su primer director, en su deseo de seguir ejerciendo
la medicina y su gran pasión: la cirugía. A tal efecto pidió su
traslado a nuestra ciudad de Tulancingo,
donde fue director de dicho Hospital, en el que desarrolló gran labor por
un lapso de aproximadamente quince años, ejerciendo
simultáneamente la plaza de cirujano en el hospital
del Seguro Social. Una vez jubilado de la Secretaría de Salubridad y
Asistencia, pasó a ser director de la clínica del Seguro Social, cargo
que ocupó por aproximadamente trece años en intensa actividad
quirúrgica, hasta su jubilación en 1972, en que un infarto lo obligó a
guardar reposo hasta que repentinamente la muerte lo sorprendió el 22 de
octubre de 1979, cuando contaba con 77 años de edad. Su ultima voluntad
fue que su cadáver fuese incinerado y sus cenizas fuesen esparcidas para
fertilizar la tierra de una huerta de su propiedad que tenía en Acaxochitlán,
deseo que solo fue cumplido en la incineración.
Esto
y otros sucesos dan una muestra de su temple y tenacidad en el trabajo de
médico cirujano. En Tula, cuando se
compró por suscripción
popular el reloj municipal, contribuyó con cinco veces mas, la mayor
aportación. Donó un mascaron o una máscara en alto relieve con la
efigie del padre de la patria Don Miguel Hidalgo y Costilla,
realizada por su Sr. Padre, Don Giovanni
y que ostentó por muchos
años el frontispicio de la presidencia municipal de Tula, hasta la
"remodelación" de la misma en 1960. Otro rasgo particular de su
raciocinio y sentido del humor fue una vez que, saliendo hacia la ciudad
de Pachuca, alguien le
preguntó por algún médico capacitado, a lo que él señalo a un médico
joven recién titulado, de baja estatura. El interlocutor refunfuñó exclamando:
"doctor, pero tan chiquito" a lo que él contestó: " lo
recomiendo para que los cure, no para que los cargue "
![](hospcivil.jpg)
Fue un médico
muy dedicado a su profesión, de preclara inteligencia, gran clínico,
políglota y apreciado en círculos sociales y gubernamentales, estatales
y federales. Muchos descendientes de la familia Mazzotti se han
quedado a convivir con los Tulancinguenses.
![](hospcivil01.jpg)
BIOGRAFÍAS
DE HIDALGUENSES
Crees tener datos para
corregir o aumentar esta biografía, comunícate con nosotros en
www.tulancingo.com.mx
www.hidalguia.com.mx
|